domingo, 12 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
Segunda parte del Tema 2
¿De qué
manera podemos atender y acompañar al niño y la niña en la etapa de educación
infantil para que sea agente activo en la adquisición del conocimiento de sí
mismo y para que acceda con placer a la conquista de su propia autonomía?
La
enseñanza de la historia tiene como finalidad fundamental que los estudiantes
adquieran los conocimientos y actitudes necesarios para comprender la realidad
del mundo en que viven, las experiencias colectivas pasadas y presentes, así
como el espacio donde se desarrolla la
vida en sociedad.
La educación como nuevo estilo de
vida está orientada hacia la persona y no hacia la institución. Rechaza la idea de
que el aprendizaje formal es sólo para los jóvenes y la reemplaza por el convencimiento
de que la educación es un proceso que dura toda la vida. Se opone al
concepto de que la enseñanza se lleva a cabo únicamente en las aulas,
desechando la idea de que el aprendizaje se efectúa principalmente por
medio del estudio formal, dentro de currículum reglamentado, y establece el principio de que la
educación combina el aprendizaje y la acción, la experiencia y la actividad.
En algunos niveles educacionales de nuestro sistema educativo está de
moda hablar del "constructivismo pedagógico", lo cual hace necesario
aclarar parte de su teoría y la aplicación de la misma en el ámbito educativo. El
enfoque cognoscitivo, se centra en tratar el aprendizaje del ser humano
mediante la práctica o interacción con los demás seres de su misma u otra especie,
considerando al individuo capaz, activo, consciente y con capacidades propias.
Es la teoría que nos indica que existen cambios cualitativos en el modo
de pensar de los niños, que sus conocimientos evolucionan y que construyen su
realidad en relación a su entorno inmediato.
Por este motivo, enseñar a
razonar y a pensar críticamente surge como una necesidad básica en la escuela,
ya que desde mi punto de vista, es una estrategia que dinamiza el aprendizaje,
facilita los procesos de descubierta y asimilación, a la vez que respeta y
fomenta la evolución del niño en su medio más próximo.
Las
personas que conocen y trabajan con pequeños, no pueden dudar de la importancia
de utilizar en las aulas un tipo de metodología que fomente la maduración
psicoafectiva, puesto que a partir de estas experiencias los niños se harán más
fuertes y seguros en su quehacer diario.
Siguiendo
esta línea, en la práctica educativa debemos buscar el hecho de que el
contenido a tratar sea asumido dinámicamente por el alumno, y por consiguiente
pase a formar parte de su conducta como “propiedad intelectual”, dado que es lo
esencial en el proceso de aprendizaje.
En
conclusión, como podemos ver el modelo constructivista propicia que el
estudiante piense de manera autónoma y entienda significativamente su mundo.
Por ello, la escuela debe promover el desarrollo cognoscitivo del alumno de
acuerdo a sus necesidades e intereses.
Lo
importante no es el aprendizaje de un contenido sino el desarrollo y
afianzamiento de las estructuras mentales del conocer y del aprender. Se trata
no tanto de memorizar contenidos sino de involucrarse en un proceso dinámico de
conocimiento mediante modelos de descubrimiento y solución de problemas. El fin
de la educación, dentro de este modelo pedagógico, es generar comprensión,
autonomía de pensamiento y, consecuentemente, personas creativas.
Reflexión del Tema 3
La educación representa el principal eje del desarrollo humano, cuando ésta se inicia en los primeros años, mayores son las posibilidades de lograr un desarrollo más equitativo y pleno de los infantes y de sus cualidades futuras.
El objetivo de la
educación, es conocer qué tareas y ejercicios son los que pueden realizar los
niños en función de las competencias o capacidades cognitivas que comprenden a
estas edades, ejercicios y tareas que estimulen ante todo las capacidades de
pensamiento y razonamiento.
En este sentido, el aprendizaje
puede conceptuarse como un proceso interno de cambios para el aprendiz, en el cual el sujeto adquiere habilidades
prácticas, incorpora contenidos informativos, o adopta nuevas estrategias de
conocimiento y acción.
Las distintas teorías del
aprendizaje, sean conductistas o cognitivas, coinciden en proclamar que
aprender implica cambiar conocimientos o conductas precedentes, postulando que
el aprendizaje constituye un proceso en que, a partir de las adquisiciones
previas, se producen reorganizaciones y reestructuraciones en el conocimiento y
la conducta.
No obstante, los
conceptos elaborados o significados activamente construidos por el educando,
poseen mayor capacidad de generalización o trasferencia a otras situaciones o
contextos. En principio, puede decirse que todo elemento informativo procesado
que haya entrado en la memoria a largo plazo ha sido aprendido.
En mi opinión, la
adquisición de nuevas ideas y conceptos producen cambios en el
pensamiento, trasforman las estructuras
del conocimiento y los esquemas mentales del aprendiz.
Por este motivo, creo
necesario estimular y entrenar la memoria, la atención, el razonamiento y el
control cognitivo en educación infantil. Los niños que tienen dificultades en
el aprendizaje podrán afrontar con mayor facilidad los obstáculos que se
encuentran en su día a día, y los que tienen un desarrollo normativo,
aprenderán a solucionar sus problemas gracias a los procesos cognitivos y a las
estrategias que adquirirán para enfrentarlos.
En definitiva, Se puede afirmar que los
hechos demuestran que se pueden enseñar estrategias cognitivas que permitan al
alumnado hacer un mejor uso de lo que ya conoce y de lo que sabe hacer, de tal
manera que se les capacite para buscar nuevas respuestas a los problemas que se
les vayan presentando.
Papel del adulto
Construir un marco de trabajo que
permita a los niños aprender y comprender aquello que están experimentando y
viviendo en determinados momentos, es un tema complicado de abordar dentro de
la educación.
El alumno aprende un contenido cualquiera cuando es capaz de atribuirle un
significado concreto. Por eso lo que procede, es intentar que los aprendizajes
que llevan a cabo los niños sean en cada momento de la escolaridad, lo más
valiosos posibles. En este proceso, es indispensable tener en cuenta las
características individuales de los niños, promover una participación activa
dentro del grupo y ajustarse en la medida de lo posible a los ritmos de cada
uno de ellos, pues una intervención errónea por nuestra parte retrasaría el
proceso de su evolución.
Fundamentalmente, nuestro papel como docentes debe basarse en transmitir
conocimientos, aunque debemos tener presente que dentro de un aula no solo es
importante dejar ese aspecto cubierto, sino que debemos motivar a los niños a
aprender, realzar sus puntos fuertes, empatizar con ellos, conocer sus
intereses… y entre otras cosas enseñar habilidades y valores que les permitan
adaptarse a la sociedad en la que vivimos.
En esta difícil tarea, la metodología que emplea el adulto juega un papel relevante
en la educación, al ser el eje central de un proyecto educativo, son muchas las
ventajas e inconvenientes que puede generar en el curso de aprendizaje de los
niños.
El rol del adulto como podemos ver es muy significativo, pero he de
resaltar que en ocasiones no somos conscientes del daño que podemos ocasionar a
los pequeños. El camino se hace al andar, por este motivo deberíamos tener en
cuenta que dentro de una metodología son muchos los aspectos que se deben
trabajar y por supuesto que se pueden mejorar. Un buen profesor aprende de sus
errores, autoevalúa su labor, pone al alcance de los niños recursos que les ayuden
a crecer a nivel personal, además de esforzarse para mejorar sus prácticas
educativas y su compromiso como docente.
En mi opinión, la práctica educativa
siempre está designada por acciones que los profesionales de la
educación determinan como buenas o malas. Normalmente las nuevas corrientes,
tienden a anular las enseñanzas que se llevaban a cabo en años anteriores, como
puede ser utilizar una técnica conductista a la hora de reconducir una conducta
de un niño. Es cierto que hemos evolucionado, y que gracias a las aportaciones
de diferentes teóricos cognitivos hemos descubierto que lo verdaderamente
importante en el aprendizaje es la participación activa del sujeto, pues de
esta manera construye sus conocimientos.
En la actualidad, se supone que la mayoría de las escuelas plantean una
enseñanza diferente a la de hace años atrás. En realidad, y al ingresar a las
instituciones escolares podemos darnos cuenta de que ese planteo es totalmente
falso.
Esa “nueva enseñanza” se basa en el enfoque conductista, aquel que por años
predominó en las aulas y en los cuadernos de los alumnos, y que sigue vigente
actualmente, aunque hoy en día se hable de una enseñanza desde otra
perspectiva: la constructivista.
Personalmente, creo que a la hora de educar es inevitable utilizar ambos
métodos, con independencia de que uno sea más productivo que otro. Las teorías del aprendizaje que solemos
encontrar en las aulas de educación infantil incluyen los dos enfoques, la
diversidad del alumnado que contemplamos en ellas invita al maestro a dar
cabida a ambos métodos, pues hay pequeños que aprenden rápido y no necesitan
del constructivismo para comprender y asimilar los conceptos trabajados.
En definitiva, para llegar a conocer los procesos de enseñanza y
aprendizaje de los niños se debe partir del análisis de los mismos, interrogar
disciplinas que se encarguen de la práctica docente, además de tener presente aquellos principios
educativos que son los que nos ayudarán a profundizar y entender mejor la
naturaleza de la educación escolar.
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