domingo, 12 de enero de 2014

Tema 4: Factores interpersonales del proceso de enseñanza-aprendizaje

El aprendizaje es comprendido como un cambio  permanente de la conducta producido por la experiencia. Dicho proceso puede ser entendido a partir de diferentes posturas, lo que implica que existen diferentes teorías vinculadas al hecho de aprender.
La psicología conductista, por ejemplo, describe el aprendizaje de acuerdo a los cambios que pueden observarse en la conducta de un sujeto, el cual aprende en cierto modo a partir de la imitación.
La perspectiva constructivista, en general, puede situarse en oposición a la instrucción del conocimiento. Desde esta postura, el aprendizaje puede facilitarse, pero cada persona construye su  experiencia interna y sus propios conocimientos de forma subjetiva, la construcción de la realidad es distinta para todos.
Esta manera de ver el aprendizaje, está basada en el antecedente de que todos los que aprenden buscan sentido a sus propios mundos (construyen), por medio de sintetizar nuevas experiencias con lo que ya saben y comprenden. Por lo tanto, en esta línea creamos al mismo tiempo que consumimos conocimientos.
En el aprendizaje intervienen muchos factores, de los cuales algunos son intrapersonales y otros interpersonales. En el proceso de enseñar-aprender intervienen todos globalmente, con una interconexión dinámica.
Por esta razón, el propósito de las teorías educativas es el de comprender e identificar estos procesos y a partir de ellos, tratar de describir métodos para que la instrucción sea más efectiva y se adapte más a la diversidad del alumnado.
Sin embargo, muchos docentes reconocen que son escasas las herramientas que poseen para enfrentar las situaciones que se suscitan en la escuela. Lejos de negarse o de cerrarse, los profesionales solicitan recursos didácticos y formas de intervención que les sirvan como estrategias en su tarea cotidiana.
En este sentido, la interacción maestro-alumno cobra gran importancia en la educación, pues dependiendo de la relación que se establezca, el aprendizaje tomará una dirección u otra.
En mi opinión, los alumnos deben  sentirse libres para equivocarse y aprender de sus errores. Sin una buena y eficaz relación didáctica, sencillamente no hay una buena comunicación entre profesor-alumno y por lo tanto, se producirá un desajuste tanto en la forma de enseñar como de aprender.
La comunicación eficaz requiere de habilidades sociales tales como escuchar empáticamente, transmitir claramente las ideas propias, entender y debatir acerca de las ajenas, negociar o mediar evitando que los desacuerdos se conviertan en conflictos irresolubles.
Si queremos que la calidad de la educación se vea beneficiada, es relevante que el maestro tome conciencia de la importancia de la “interacción” y lo aplique dentro de su práctica educativa, ya que únicamente así se fomentará el rendimiento escolar.
Para ello, es necesario cuidar el clima del aula, el ambiente de aprendizaje de una escuela eficaz  sólo tendrá lugar si se consigue que éste sea tranquilo y agradable para sus participantes, tanto profesores como alumnos. De igual modo, se realza el valor del ambiente físico, como espacio atractivo, en el mismo sentido que la atmósfera psicológica, es decir, que sea grata para sus implicados.
En definitiva, podemos orientar más el aprendizaje de los niños si conocemos como aprenden, si sabemos cuáles son las estrategias didácticas a seleccionar y sobre todo si tenemos conocimientos para poder adaptarnos a los diferentes estilos de aprendizaje. 

jueves, 9 de enero de 2014

Segunda parte del Tema 2


¿De qué manera podemos atender y acompañar al niño y la niña en la etapa de educación infantil para que sea agente activo en la adquisición del conocimiento de sí mismo y para que acceda con placer a la conquista de su propia autonomía?

La enseñanza de la historia tiene como finalidad fundamental que los estudiantes adquieran los conocimientos y actitudes necesarios para comprender la realidad del mundo en que viven, las experiencias colectivas pasadas y presentes, así como  el espacio donde se desarrolla la vida en sociedad.
La educación como nuevo estilo de vida está orientada hacia la persona y no hacia la institución.  Rechaza la idea de que el aprendizaje formal es sólo para los jóvenes y la reemplaza por el convencimiento de que la educación es un proceso que dura toda la vida.  Se opone al concepto de que la enseñanza se lleva a cabo únicamente en las aulas,  desechando la idea de que el aprendizaje se efectúa principalmente por medio del estudio formal, dentro de currículum reglamentado, y establece el principio de que la educación combina el aprendizaje y la acción, la experiencia y la actividad.
En algunos niveles educacionales de nuestro sistema educativo está de moda hablar del "constructivismo pedagógico", lo cual hace necesario aclarar parte de su teoría y la aplicación de la misma en el ámbito educativo. El enfoque cognoscitivo, se centra en tratar el aprendizaje del ser humano mediante la práctica o interacción con los demás seres de su misma u otra especie, considerando al individuo capaz, activo, consciente y con capacidades propias.
Es la teoría que nos indica que existen cambios cualitativos en el modo de pensar de los niños, que sus conocimientos evolucionan y que construyen su realidad en relación a su entorno inmediato.
Por este motivo, enseñar a razonar y a pensar críticamente surge como una necesidad básica en la escuela, ya que desde mi punto de vista, es una estrategia que dinamiza el aprendizaje, facilita los procesos de descubierta y asimilación, a la vez que respeta y fomenta la evolución del niño en su medio más próximo.
Las personas que conocen y trabajan con pequeños, no pueden dudar de la importancia de utilizar en las aulas un tipo de metodología que fomente la maduración psicoafectiva, puesto que a partir de estas experiencias los niños se harán más fuertes y seguros en su quehacer diario.
Siguiendo esta línea, en la práctica educativa debemos buscar el hecho de que el contenido a tratar sea asumido dinámicamente por el alumno, y por consiguiente pase a formar parte de su conducta como “propiedad intelectual”, dado que es lo esencial en el proceso de aprendizaje.

En conclusión, como podemos ver el modelo constructivista propicia que el estudiante piense de manera autónoma y entienda significativamente su mundo. Por ello, la escuela debe promover el desarrollo cognoscitivo del alumno de acuerdo a sus necesidades e intereses.
Lo importante no es el aprendizaje de un contenido sino el desarrollo y afianzamiento de las estructuras mentales del conocer y del aprender. Se trata no tanto de memorizar contenidos sino de involucrarse en un proceso dinámico de conocimiento mediante modelos de descubrimiento y solución de problemas. El fin de la educación, dentro de este modelo pedagógico, es generar comprensión, autonomía de pensamiento y, consecuentemente, personas creativas.

Reflexión del Tema 3


La educación representa el principal eje del desarrollo humano, cuando ésta se inicia en los primeros años, mayores son  las posibilidades de lograr un desarrollo más equitativo y pleno de los infantes y de sus cualidades futuras.

El objetivo de la educación, es conocer qué tareas y ejercicios son los que pueden realizar los niños en función de las competencias o capacidades cognitivas que comprenden a estas edades, ejercicios y tareas que estimulen ante todo las capacidades de pensamiento y razonamiento.

En este sentido, el aprendizaje puede conceptuarse como un proceso interno de cambios para el aprendiz, en el cual el sujeto adquiere habilidades prácticas, incorpora contenidos informativos, o adopta nuevas estrategias de conocimiento y acción.

Las distintas teorías del aprendizaje, sean conductistas o cognitivas, coinciden en proclamar que aprender implica cambiar conocimientos o conductas precedentes, postulando que el aprendizaje constituye un proceso en que, a partir de las adquisiciones previas, se producen reorganizaciones y reestructuraciones en el conocimiento y la conducta.

No obstante, los conceptos elaborados o significados activamente construidos por el educando, poseen mayor capacidad de generalización o trasferencia a otras situaciones o contextos. En principio, puede decirse que todo elemento informativo procesado que haya entrado en la memoria a largo plazo ha sido aprendido.

En mi opinión, la adquisición de nuevas ideas y conceptos producen cambios en el pensamiento,  trasforman las estructuras del conocimiento y los esquemas mentales del aprendiz.
Por este motivo, creo necesario estimular y entrenar la memoria, la atención, el razonamiento y el control cognitivo en educación infantil. Los niños que tienen dificultades en el aprendizaje podrán afrontar con mayor facilidad los obstáculos que se encuentran en su día a día, y los que tienen un desarrollo normativo, aprenderán a solucionar sus problemas gracias a los procesos cognitivos y a las estrategias que adquirirán para enfrentarlos.

En definitiva, Se puede afirmar que los hechos demuestran que se pueden enseñar estrategias cognitivas que permitan al alumnado hacer un mejor uso de lo que ya conoce y de lo que sabe hacer, de tal manera que se les capacite para buscar nuevas respuestas a los problemas que se les vayan presentando.


Papel del adulto

Construir  un marco de trabajo que permita a los niños aprender y comprender aquello que están experimentando y viviendo en determinados momentos, es un tema complicado de abordar dentro de la educación.

El alumno aprende un contenido cualquiera cuando es capaz de atribuirle un significado concreto. Por eso lo que procede, es intentar que los aprendizajes que llevan a cabo los niños sean en cada momento de la escolaridad, lo más valiosos posibles. En este proceso, es indispensable tener en cuenta las características individuales de los niños, promover una participación activa dentro del grupo y ajustarse en la medida de lo posible a los ritmos de cada uno de ellos, pues una intervención errónea por nuestra parte retrasaría el proceso de su evolución.

Fundamentalmente, nuestro papel como docentes debe basarse en transmitir conocimientos, aunque debemos tener presente que dentro de un aula no solo es importante dejar ese aspecto cubierto, sino que debemos motivar a los niños a aprender, realzar sus puntos fuertes, empatizar con ellos, conocer sus intereses… y entre otras cosas enseñar habilidades y valores que les permitan adaptarse a la sociedad en la que vivimos.

En esta difícil tarea, la metodología que emplea el adulto juega un papel relevante en la educación, al ser el eje central de un proyecto educativo, son muchas las ventajas e inconvenientes que puede generar en el curso de aprendizaje de los niños.

El rol del adulto como podemos ver es muy significativo, pero he de resaltar que en ocasiones no somos conscientes del daño que podemos ocasionar a los pequeños. El camino se hace al andar, por este motivo deberíamos tener en cuenta que dentro de una metodología son muchos los aspectos que se deben trabajar y por supuesto que se pueden mejorar. Un buen profesor aprende de sus errores, autoevalúa su labor, pone al alcance de los niños recursos que les ayuden a crecer a nivel personal, además de esforzarse para mejorar sus prácticas educativas y su compromiso como docente.

En mi opinión, la práctica educativa  siempre está designada por acciones que los profesionales de la educación determinan como buenas o malas. Normalmente las nuevas corrientes, tienden a anular las enseñanzas que se llevaban a cabo en años anteriores, como puede ser utilizar una técnica conductista a la hora de reconducir una conducta de un niño. Es cierto que hemos evolucionado, y que gracias a las aportaciones de diferentes teóricos cognitivos hemos descubierto que lo verdaderamente importante en el aprendizaje es la participación activa del sujeto, pues de esta manera construye sus conocimientos.

En la actualidad, se supone que la mayoría de las escuelas plantean una enseñanza diferente a la de hace años atrás. En realidad, y al ingresar a las instituciones escolares podemos darnos cuenta de que ese planteo es totalmente falso.

Esa “nueva enseñanza” se basa en el enfoque conductista, aquel que por años predominó en las aulas y en los cuadernos de los alumnos, y que sigue vigente actualmente, aunque hoy en día se hable de una enseñanza desde otra perspectiva: la constructivista.

Personalmente, creo que a la hora de educar es inevitable utilizar ambos métodos, con independencia de que uno sea más productivo que otro.  Las teorías del aprendizaje que solemos encontrar en las aulas de educación infantil incluyen los dos enfoques, la diversidad del alumnado que contemplamos en ellas invita al maestro a dar cabida a ambos métodos, pues hay pequeños que aprenden rápido y no necesitan del constructivismo para comprender y asimilar los conceptos trabajados.


En definitiva, para llegar a conocer los procesos de enseñanza y aprendizaje de los niños se debe partir del análisis de los mismos, interrogar disciplinas que se encarguen de la práctica docente,  además de tener presente aquellos principios educativos que son los que nos ayudarán a profundizar y entender mejor la naturaleza de la educación escolar.